Los gorriones y las palomas cada día son más confiados. Recuerdo que cuando era pequeña si un gorrión se posaba en el balcón nos avisábamos unos a otros para no perdernos tal acontecimiento. Todos le hacíamos una fiesta al pajarillo hasta que el pobre, espantado, huía. Desde el verano pasado es muy común ver a la hora de la siesta como una pandilla de siete pajaritos esperan desde la ventana de la cocina a que nos dejemos olvidados por cualquier parte algo de comida para comérsela ellos.
Empezamos a dejarles un trozo de pan sobre la encimera para que nuestros visitantes no se fueran de vacío. A medida que el verano iba pasando, las confianzas que se tomaban los gorriones crecían, de hecho no era raro ver a la hora de la siesta un pajarillo que se había aventurado a entrar al salón a buscar más comida.
Cerrando la puerta de la cocina desapareció el problema, pero los pájaros cada día quieren más, vienen por la mañana, a medio día y a la hora de merendar. De hecho ahora compramos una pieza más de pan exclusiva para ellos.
Los gorriones ya saben que son los reyes de la casa, así que no se cortan un pelo en piarnos cuando estamos en la cocina, para que nos vayamos y les dejemos comer tranquilos y a gusto. Cualquier día de estos nos piden una carta.
Empezamos a dejarles un trozo de pan sobre la encimera para que nuestros visitantes no se fueran de vacío. A medida que el verano iba pasando, las confianzas que se tomaban los gorriones crecían, de hecho no era raro ver a la hora de la siesta un pajarillo que se había aventurado a entrar al salón a buscar más comida.
Cerrando la puerta de la cocina desapareció el problema, pero los pájaros cada día quieren más, vienen por la mañana, a medio día y a la hora de merendar. De hecho ahora compramos una pieza más de pan exclusiva para ellos.
Los gorriones ya saben que son los reyes de la casa, así que no se cortan un pelo en piarnos cuando estamos en la cocina, para que nos vayamos y les dejemos comer tranquilos y a gusto. Cualquier día de estos nos piden una carta.
5 comentarios:
jejejeje...en el piso en el que via antes,teniamos un balcón pero cerrado.En verano siempre teniamos las ventanas abbiertas de par en par... y los gorriones cogieron confianza con el canario que teniamos,asique al final terminé por dejarle en el suelo del balcon el pienso que daba al canario....alguna vez se metieron en la salay alguna vez se quedaron dormidos detrás de un sofá....cuando eso pasaba era un momento super especial.
:)
tus broches son lo mas!
pues como al pan le pongas jamón ya ni te cuento!!
Los gorriones de mi patio me roban la comida diréctamente en la cocina los muy sinvergüenzas!!
jesjes
Mordiscos, tejedora
-lobo-
a mi me encantan los gorriones... el año pasado incluso se me metio un avión por la ventana. Estaba en el suelo y no podía remontar el vuelo por las alas tan grandes que tienen ^^
Mi barrio está sobre todo llenito de mirlos :)
mi preferida... no. Ahí está León el Profesional y La gata sobre el tejado de zinc caliente. Pero sí una de las mejores
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